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Desacelera tu ritmo de vida y reconecta con la naturaleza en la costa de Yorkshire

La costa de los North York Moors es el lugar perfecto para respirar libertad, dejarse acariciar por la brisa marina y otear el horizonte, con la mirada hacia el mar o hacia los prados de brezo o de tojo.

Rutas a pie, arte local y una cascada oculta: nuestros imprescindibles en la costa de Yorkshire

Con su imponente paisaje, la costa del North York Moors National Park nos regala algunas de las vistas más increíbles de la costa de Yorkshire.

La Cleveland Way es una ruta de 175 km que cruza los vastos paisajes del North York Moors National Park. Sin embargo, no hace falta recorrer todo el trayecto entera para descubrir lo mejor del parque: basta con elegir alguno de los tramos más cortos y asequibles.

Una opción es recorrer el cabo saliendo del pueblo de Staithes y contemplar en las profundidades las cornisas esculpidas por las olas que quedan expuestas con la marea baja. También merece la pena una visita al pueblo para contemplar los magníficos trampantojos del artista local Paul Czainski, al que las autoridades del parque nacional encargaron el proyecto del Staithes Illusion Trail, compuesto por ocho creaciones pintadas en las paredes de diferentes construcciones del municipio. Algunas de las imágenes presentan sirenas con espejos y también un Arca de Noé, quién sabe si en referencia a las virulentas tormentas que en invierno azotan el lugar.

A poca distancia de la Cleveland Way encontramos la cascada de Hayburn Wyke, en una pequeña cala cerca del pueblo de Cloughton. Para llegar hasta allí hay que seguir un sendero que baja desde el valle hasta la costa, donde la marea baja crea piscinas naturales con abundantes peces en sus aguas.

Slow down and get back to nature on the Yorkshire coast Slow down and get back to nature on the Yorkshire coast
Slow down and get back to nature on the Yorkshire coast

Si quieres contemplar la costa con otra mirada, nada mejor que lanzarse al agua en paddle surf por el río Esk, en Whitby.

Los flancos litorales del parque nacional pueden explorarse tanto desde el agua como por tierra firme.

Una de las mejores opciones es seguir en paddle surf el camino del río Esk, que recorre el extremo norte del parque. La ruta empieza normalmente en Whitby y sigue el Esk con la marea alta, para volver al pueblo cuando el río retrocede con la marea.

“Te da una perspectiva muy diferente del paisaje, ya que puedes contemplarlo de una forma única”, asegura Simon Palmer, de SUP Adventures (www.sup-adventures.co.uk), que organiza rutas en paddle surf por la zona.

Además de poder contemplar la fauna en su hábitat, los paddle surfers podrán también pasar junto a encantadores pueblos, con sus embarcaciones protegidas de las inclemencias, y junto a viaductos de la época victoriana.

“A medida que vamos remontando el río el paisaje es cada vez más solitario y los brezales se van tiñendo de púrpura: es un paisaje que apenas ha cambiado en los últimos 200 años”, añade Simon.
La tranquilidad transmite una sensación mágica y si la meteorología acompaña Simon ofrece a los clientes la posibilidad de practicar el paddleboard yoga. “Tenemos un amarre flotante y juntamos las tablas en círculo”, explica. “Aunque no practiques habitualmente el yoga, es una experiencia que te regala un par de horas solo para ti”.

Slow down and get back to nature on the Yorkshire coast
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Para los más aventureros, Simon propone también una expedición al Mar del Norte, hasta Sandsend y Runswick Bay, con sus cafés y sus excelentes cartas de tartas y helados. 

Tanto si el recorrido es a pie como en paddle surf, Runswick Bay es un lugar ideal para tomarse un respiro, quitarse las botas y poner los pies en remojo. La parte alta de su playa ofrece un terreno particularmente abonado para la caza de fósiles, gracias a su oscura roca jurásica de lutita y caliza, y a las abundantes amonitas y restos vegetales que pueden encontrarse al dar la vuelta a casi cualquier piedra.