Apúntate a una ruta nocturna guiada bajo las estrellas y sigue el dictado de tus ojos y tus oídos
La mayoría solemos pasear cuando es de día, especialmente cuando estamos de vacaciones, cuando el apetitoso desayuno del hotel o la cena del pub nos están esperando y se convierten en un merecidísimo premio durante esos días de desconexión.
Las rutas que ofrece Alison Goodwin, de Adventures for the Soul, son un poco diferentes. Alison organiza rutas al amanecer y nocturnas a lo largo de la costa (y también por el interior), poniendo el foco especialmente en los ruidos y las sensaciones que se nos hacen más presentes cuando el día toca a su fin.
“Lo que yo hago no son simples rutas por la naturaleza”, explica. “Se trata de recuperar la conexión con la naturaleza, pero no solo intentando avistar ciervos o pájaros. Es una experiencia increíblemente relajante.”
Caminando en la oscuridad, el dominante sentido de la vista pierde protagonismo y cede protagonismo a sentidos como el oído y el tacto. “Dejas de mirar al pasado o el futuro, o hacia delante: estás en el presente”, reflexiona Alison. “Escuchar caer una hoja sin verla es algo increíble.”
Los participantes tienen frontales a su disposición, pero en algunos puntos Alison (asistida por Fabian Seymour, AFS Mountaineering) les pide que las apaguen y se limiten a mantenerse inmóviles, escuchar y contemplar el cielo nocturno. La ausencia de contaminación lumínica en estos páramos se traduce en una experiencia sobrecogedora (el North York Moors National Park está pendiente de recibir muy pronto la certificación de reserva de cielo estrellado).
A lo largo de la costa, Alison organiza lo que llama “rutas de las emociones”, en las que recurre al componente emocional que nos evoca la contemplación del mundo natural. “Hay gente que exclama ‘¡Guau’”, comenta con una sonrisa. “Terminan encantados, maravillados. Puedes escuchar las olas, la marea como sube, la arena... Incluso el silencio. El sonido del mar de noche te pone la piel de gallina.”