La visita a un parque puede convertirse en uno de los momentos más mágicos de cualquier viaje y el de BeWILDerwood está marcado en la lista de imprescindibles para todas las familias que visiten los Norfolk Broads. Pero, ¿cómo terminó un escritor de libros infantiles de Norfolk convirtiendo una enorme extensión de terreno salvaje en un popular parque de aventuras para familias?
“Desde el principio tuvimos claro que queríamos crear algo totalmente diferente de los típicos parques temáticos”, explica Tom Blofeld, el propietario. “Queríamos un entorno más recogido, que permitiera disfrutar de una experiencia más auténtica y más íntima y que ayudara a los niños a descubrir la naturaleza en un espacio seguro”.
Para poner en marcha BeWILDerwood, Tom se inspiró en su infancia, que pasó explorando las marismas y los bosques de la costa de Norfolk. Tras descartar la posibilidad de dedicarse a la agricultura, Tom se propuso inicialmente transformar 7 hectáreas de bosques y marismas en un “parque de aventura salvaje y creativo, con mágicas casas colgadas de los árboles y personajes misteriosos, en el que visitantes de todas las edades puedan poner a prueba su valor y trepar, arrastrarse, escalar, deslizarse y columpiarse en un mundo de ensueño, para disfrutar de una aventura increíble e inolvidable”.
En el parque, las familias lo tienen todo a su disposición para jugar juntas y emprender un viaje por sus 7 hectáreas de bosques y marismas, tras los pasos de Swampy the Marsh Boggle y sus amigos.
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A ojos de Tom, los principales clientes potenciales de BeWILDerwood son las familias que pasan sus vacaciones en los campings de la región costera de Yarmouth.
“Estamos muy enfocados a la región de Yarmouth y la mayor parte de nuestros clientes son veraneantes de esta zona, o sea que nuestros competidores son Sea Life (un acuario frente al mar) y la propia playa”, explica.
Como no podía ser de otra forma, la temporada alta de este parque de aventura son los meses de verano. “En Norfolk hay más o menos un millón de habitantes, en un radio de unos 90 minutos en coche de Norwich, pero la población puede llegar a ser de siete millones en verano”, asegura Tom.
Para poner las cosas fáciles a los visitantes, en el precio de la entrada está todo incluido, excepto la comida y las bebidas. “No queremos hacer enfadar a los visitantes con un montón de extras, o sea que el precio lo incluye todo: las actividades de entretenimiento, las sesiones de cuentos, el maquillaje para niños, las rutas en barca, la entrada a la tienda de artesanía y todas las experiencias del parque.
“Y si en el camino de vuelta a casa, en el coche, los niños se quedan dormidos, con sus pantalones llenos de barro y sus piernas adoloridas, y los adultos sonríen porque no se habían divertido tanto desde que eran pequeños, entonces es que hemos cumplido nuestra misión”.
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